Posiblemente algunos hayáis notado que tengo esto un poco olvidado desde hace casi un mes. Primero fueron los exámenes, pero en las últimas dos semanas he estado ocupado con otra cosa: siendo monitor del un Campus científico aquí en Sevilla, que viene a ser una especie de viaje de fin de curso de 15 días en el que los niños en vez de estar de fiesta se tiran 6 horas diarias en clases, en proyectos científicos de la universidad.
La idea es muy buena, pero la actividad es excesiva. Hemos tenido cronogramas de 14 y 16 horas diarias de actividades. Desde las 8 que convocábamos a los chavales para desayunar hasta pasadas las 0:00 que acabábamos nuestras actividades, las que organizábamos los monitores.
Aún así, todo ha salido muy bien, los proyectos eran interesantes (había uno de Encriptación y números primos que le habría encantado a Elfio) y la organización, aunque ha tenido algunos fallos, éstos han sido poco importantes y fáciles de resolver sobre la marcha.