Tengo esto un poquillo abandonado (los que lleváis más tiempo ya sabéis que me va por rachas), pero a ver si saco un ratillo pronto y publico algunas cosas que tengo en mente. Mientras tanto, os dejo con un curioso artículo que me ha mandado Joserichi para ayudarme con las actualizaciones (muchas gracias Joserichi :) .La entrada trata sobre los años bisiestos y es interesante, con implicaciones inesperadas y, además, es cortita. Aquí os la dejo.
Los astrónomos han visto que entre dos equinoccios de primavera pasan 365,242199 días, que son casi 365,25 días. Como una buena aproximación (a mediados del siglo I) Julio Cesar introdujo el calendario que lleva su nombre. Cada 3 años (con 365 días) les seguiría uno con un día extra. Durante el próximo milenio y medio los años tendrían una duración media de 365,25 días.
Pero cerca del final del siglo XVI los especialistas del Vaticano calcularon que en 1000 años el error anual daría una diferencia de 8 días. Y en 12000 años, la Navidad seria en otoño y la Pascua en enero. Para la iglesia esos errores eran inaceptables.
El Papa Gregorio XIII llego a la conclusión de que el año Juliano, era sencillamente demasiado largo. Para compensar el Papa decidió ajustar el calendario saltándose algunos años bisiestos: cada 25 años bisiestos el día extra añadido por Cesar seria cancelado. Estos años son los años bisiestos-no bisiestos. Así, el año tendría una duración media de 365.24 días.
Pero ahora, el año se quedaba corto. Hacía falta una mejor aproximación. El Papa y sus asesores se pusieron a pensar y tuvieron una nueva idea: Recuperar el día cancelado cada 4 años bisiestos-no bisiestos. Estos serian los años bisiestos-no bisiestos-bisiestos. Como el año 1600 estaba cerca, fue declarado el primer año bisiesto-no bisiesto-bisiesto. El siguiente seria el año 2000.
Así la duración media del año era 365,2425 días. Un poco largo... Pero el Papa Gregorio había tenido suficiente. No habría más correcciones o ajustes.
La discrepancia de 26 segundos por año daría un día extra cada 3322 años.
Los futuros desajustes del calendario habían sido tenidos en cuenta, pero ¿qué pasaba con el desajuste que se había acumulado durante el milenio y medio desde que se introdujo el calendario Juliano? El papa Gregorio soluciono esto fácilmente: En 1582 elimino 10 días del calendario. Esto también supuso un beneficio extra para el Pontificado. Fue una oportunidad para demostrar al mundo el poder de la Iglesia. Por lo que el jueves 4 de octubre de 1582, fue seguido por el viernes 15 de octubre.
Pero los países no católicos no aceptaron la corrección del Papa. En Inglaterra y sus colonias la corrección tuvo lugar más tarde, en 1752, cuando hubo que quitar 11 días del calendario. Los rusos mantuvieron su calendario hasta la revolución, pero tuvieron que saltar 13 días. El resultado fue que la Revolución de Octubre tuvo lugar en noviembre.
Genial. Me ha ENCANTADO!!
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