El poder de la oxitocina (Por Huxley)

Puede que muchos hayáis oído hablar de la hormona llamada “oxitocina”. Puede que no. A los que os suene, lo más probable es que la relacionéis con el placer, pero no sepáis muy bien en qué consiste esa relación. Pero quizás no sepáis que la oxitocina es la principal responsable del parto. Y de otros efectos probablemente desconocidos para vosotros.

Hablemos pues de esta curiosa hormona.

La oxitocina es una hormona peptídica (es decir, una proteína) de 9 aminoácidos (para los que no lo sepáis - que no debería ser nadie, pero se puede olvidar – un aminoácido es una molécula orgánica compuesta por un grupo amino NH3+ y un grupo carboxílico ácido COO-, unidos a un átomo de carbono, al cual se unen además un átomo de hidrógeno y una cadena lateral cuya composición determina la función y el tipo de aminoácido. Hay en total 20 aminoácidos, los cuales algunos poseen derivados). 

Esta hormona se sintetiza en el hipotálamo, concretamente en los núcleos supraóptico y paraventricular (son regiones del hipotálamo donde se concentran determinadas neuronas con funciones específicas). Desde esos núcleos parten axones que se dirigen hacia la parte posterior de la hipófisis o glándula pituitaria, desde donde liberarán la hormona hacia el torrente sanguíneo de modo que pueda ejercer su acción en otras partes del organismo (este último punto es el que la define como hormona)
                         

En la imagen, los núcleos supraóptico y paraventricular son, respectivamente, el verde y el azul de la izquierda.

Estos dos núcleos también sintetizan la hormona arginina-vasopresina, llamada comúnmente hormona antidiurética (ADH), cuya función es inhibir la diuresis (producción de orina) en el riñón.

Veamos ahora cuáles son las funciones de la oxitocina.

En primer lugar, cabe destacar que la oxitocina se libera cuando el organismo se ve sometido a determinados estímulos:

• Succión del pezón: cuando el lactante succiona el pezón de su madre, se genera una respuesta que libera oxitocina. La oxitocina alcanza por vía sanguínea las glándulas mamarias, donde estimula las células musculares que hay alrededor de los conductos por los que circula la leche y las glándulas donde se produce, aumentando así el flujo de leche. Es la principal responsable de que el líquido salga hacia el exterior, y no la succión en sí, como muchos creen.
• Estimulación de los genitales: la estimulación de la región genital aumenta los niveles de oxitocina, y se ha visto una cierta relación entre ésta y el orgasmo (aunque no queda muy claro). Lo que sí está claro es que la oxitocina, mediante un mecanismo aún desconocido, aumenta la empatía y el afecto, por lo que la creencia popular de que el sexo afianza las relaciones de pareja tiene base científica, ya que la práctica sexual aumenta los niveles de oxitocina, quien a su vez aumenta el sentimiento de afecto por la otra persona.
• Dilatación del cuello uterino: cuando la gestación está llegando a su término, la cabeza del bebé ejerce presión sobre el cuello uterino. Éste se dilata, lo cual provoca la liberación de oxitocina por el hipotálamo. La hormona viaja hasta el útero, concretamente hasta el miometrio (porción muscular del útero), generando las contracciones, empujando al bebé hacia abajo. Así, cuanto más dilata el bebé el cuello del útero según va avanzando, más oxitocina se libera, y más fuertes son las contracciones, hasta que el feto es expulsado y cesa la liberación de oxitocina. Por eso se dice que para estimular el parto natural se puede estimular los genitales o los pezones (ambas situaciones que liberan oxitocina) o bien dar paseos. Al estar de pie, por acción de la gravedad el feto estimulará el cuello del útero y comenzará el ciclo de liberación de oxitocina – contracción miométrica

Por otra parte, dado que durante el parto los niveles de oxitocina son muy altos, así como durante la lactancia (por la estimulación del pezón), y basándonos en la capacidad de esta hormona para inducir las relaciones afectivas, podemos afirmar que gran parte de la especial relación maternofilial que se establece entre toda madre y su hijo es debida a esta hormona.