Estamos que echamos chispas

Quizá algunos hayáis notado que últimamente dais (o recibís) más calambre de lo habitual a (o de) la gente que os rodea. Si es así, tranquilos, no estáis en proceso de convertiros en super-electric-algo, es algo bastante comprensible si tenemos en cuenta algunas cosillas.

En la vida cotidiana hacemos multitud de cosas que hacen que nos carguemos positiva o negativamente en función de si cedemos o ganamos electrones. Lo que permite el cambio de lugar de los electrones es la fricción y esta fricción está tan presente en nuestra vida como el quitarnos la ropa, andar por una alfombra o simplemente peinarnos. Así que a lo largo del día vamos acumulando carga. Pero es cierto que no siempre estamos dando descargas, o al menos no tanto como en estos días...

La causa hay que buscarla en la meteorología. Si hay algo que hemos aprendido aquí es que el aire caliente puede contener más agua que el aire frío (de hecho, por eso en invierno cuando respiramos sale una nubecilla de vapor, porque el aire sale caliente de nuestro cuerpo, pero al enfriarse ya no puede contener tanta agua y ésta condensa haciéndose visible en forma de vapor). Así que por lo general, el aire frío es más seco que el aire caliente. Por otro lado, este ha sido uno de los inviernos más secos desde que se registran las lluvias.

Todo esto nos lleva a que el ambiente está bastante seco ¿y qué pasa? Pues que generalmente no damos descargas porque vamos descargando la carga acumulada a través del aire, o casi mejor, de la humedad del aire. El aire húmedo es más o menos conductor, pero el aire seco es bastante aislante, de forma que nos mantiene aislados con nuestra carga de más (o de menos) hasta que algún contacto nos permite liberarla toda del tirón, en forma de chispazo.

Así que nada, hasta que no llueva cuidado con frotaros demasiado que podéis ir dando calambres :)