miércoles, 20 de octubre de 2010

Pizarra casera


En el piso cada uno aporta algo mayoritariamente. Se podría decir que Curro y Gonzalo el tema cultural profundo, Kathi la limpieza profunda (no porque sea la única que limpia, sino porque es la que lo hace más a fondo) y yo las propuestas para hacer del piso un sitio guay. 

Una de ellas fue la de los post-it. Cada uno tiene unos post-it de un color diferente, de modo que podemos irnos dejando notitas por la casa los unos a los otros, aunque para ser sincero, esta idea no triunfó demasiado debido aque por las texturas de las puertas y de la mayoría de las cosas de la casa, los post-it no duran ni cinco minutos pegados.

Sí tuvo más éxito en cambio la idea de la pizarra magnética. Era otra manera de dejarnos mensajes, pero de forma diferente. Como al principio no teníamos pizarra, empezamos a escribir en los azulejos de la casa y al final, lo que era algo provisional se ha convertido en la norma, así que cuando entras en mi cocina lo normal es ver los comentarios que nos hacemos o que hace la gente que viene de visita. 

Es muy gracioso ver los comentarios de los que han salido la noche anterior a muerte y han vuelto tajados. Entre otras cosas porque puedes encontrarte comentarios algo extraños, como el de la primera noche que salí a muerte aquí y que volví con el uruguayo a las 7:50 con una sorpresita.










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