En la introducción de esta sección dije que para que viajar tenga un efecto de apertura mental, es necesaria la interacción intercultural, porque esa interacción la que va a poder poner de manifiesto las diferencias culturales realmente interesantes, como puede ser la forma de pensar. Es lo que te va a permitir conocer el porqué hacen las cosas como las hacen y no solo saber que las hacen de una forma u otra.
Me explico, puedes ir a Marruecos, comprar alfombras y volver y probablemente no hayas conocido nada de su cultura ya que la única interacción ha sido meramente comercial. Lo mismo ocurre en los cruceros (y probablemente en los viajes organizados en general), están diseñados de forma que no puedes salirte de tu rol de turista. No hay tiempo ni lugar para la interacción, todo es bajar del autobús, cinco minutos para hacer fotos y volver a subir para ir a otro monumento a repetir el proceso. La mayoría de las interacciones se reducen a la menos agradable de todas, la comercial; regateos con alguien que piensas que te está timando, gente que te insta e invade tu espacio para que te metas en su tienda y tácticas de dudosa moralidad para conseguir alguna venta más. Esto suele llevar a conclusiones erróneas precipitadas respecto a la población del país, lo cual no deja de ser una hipocresía total, tachamos de inmorales a los que apelan a nuestra "amistad" para conseguir un euro más (cuando muchas veces realmente lo necesitan), nos enerva, nos parece sucio y ruin, pero nadie dice nada cuando se mantienen guerras y se permiten auténticos genocidios (como el de Ruanda hace tan solo 15 años, en 1995) por conseguir materias primas más baratas que reduzcan el coste final de los productos ¿Acaso eso no es inmoral? Es más, ¿acaso es posible una comparación?
Pero volviendo a la interacción a nivel personal, puedes ver que si te paras a hablar con la gente, si te sales de ese rol de turista que no le importa nada ni nadie y que solo va a ahí a consumir (ya sean monumentos, alfombras, o lo que sea) y te interesas un poco por lo que te rodea, entonces quizá ellos hagan lo mismo contigo y te dejen de ver como una simple posibilidad de conseguir dinero, y entonces te darás cuenta de que las cosas no son como pensabas. Es en este momento cuando puede empezar tu aprendizaje.
Esto no quiere decir que solo puedas aprender de otra cultura hablando con la gente del lugar, de ninguna manera, no hace falta hablar, pero sí interesarse por el entorno. Por ejemplo, cuando fui a la India me sorprendió ver la cantidad de tullidos que había en las calles, pero más me sorprendió la explicación que me dio la gente con quien iba. Al parecer, aunque el sistema de castas ya se abolió el siglo pasado, aún se mantiene socialmente, de forma que si has nacido en la casta de "los intocables" (la más baja de todas) tu única opción para sobrevivir es la mendicidad, y el mendigo que más gana es el que más pena da así que los familiares hacen todo lo posible para que su hijo sea el mejor en su campo, el más próspero. El resto os lo podéis imaginar... es brutal.
Para ver esto no hace falta hablar con nadie, solo verlo e interesarte, y así poco a poco puedes ir comprendiendo la situación del lugar, los comportamientos de sus habitantes y demás, lo cual es muy interesante porque de repente te planteas situaciones que en tu vida normal nunca te plantearías porque las ves demasiado alejadas de la realidad, y eso abre la mente, aunque generalmente no te das cuenta hasta pasado un tiempo.
Ya comenté que cuando empecé a viajar dudaba sobre la veracidad de la expresión "viajar abre la mente". Yo la cambiaría por "viajar puede abrirte la mente con el tiempo, si te interesa", aunque soy consciente que no tiene demasiado gancho.
Aún no he podido expresar todo lo que ronda mi cabeza, así que probablemente vuelva a publicar una entrada relacionada con esta, pero matizando algunos aspectos.
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