miércoles, 30 de marzo de 2011

No todo lo que es oro brilla (Por Uru)


Por fin, mi compañero de piso uruguayo se ha animado a escribir algo y no cualquier cosa. Os dejo con una entrada interesante y diferente, sin duda merecedora de su puesto en el blog.

Liumeg.


Y ustedes se preguntarán el porque de esta afirmación, pues la respuesta la encontrarán leyendo esta humilde pero especial entrada que está llamada a ser la número de 100 de este pequeño pero gran rincón.
Voy tratar de explicarles cómo el descubrimiento de recursos naturales en un determinado país puede tener funestas consecuencias para la economía del territorio.


Este fenómeno, se conoce en economía como “Dutch disease” o enfermedad holandesa ya que en la década del 60 este pequeño país descubrió una gran reserva de gas natural en el mar del norte que, contra todo pronostico, desestabilizó su economía.

¿Por qué?
Lo que pasó en Holanda fue lo siguiente, el descubrimiento de gas natural, en un primer momento aumentó considerablemente las exportaciones del país produciendo una notable apreciación de la moneda en aquella época, el famoso Florin.

La apreciación de la moneda se tradujo en un aumento espectacular de las importaciones (ya que con el Florin apreciado resultaban baratas para Holanda), y un descenso de las exportaciones en el resto de los sectores de la economía holandesa.

Este fenómeno enunciado anteriormente desestabilizó la balanza comercial del país de las flores, generando un déficit comercial sin precedentes.

En pocos años la economía Holandesa destinó una multitud de recursos a la extracción de gas natural abandonando los otros sectores productivos, ya que estos resultaban menos atractivos para los inversores.
Con lo expuesto anteriormente la crisis está servida, Holanda pasó de ser un país con una gran diversidad productiva, a ser un país especializado en la producción y exportación de gas natural e importador del resto de los bienes necesarios para el funcionamiento de su economía. El déficit comercial generado por la pérdida de competitividad en el comercio exterior afectó seriamente al sector manufacturero del país, es decir, a la industria, ya que la mayoría de los recursos tenían como destino la explotación de las reservas de gas natural.

¡Doctor! ¿Pero esto tiene cura?
El tratamiento de la enfermedad no es sencillo pero tampoco es incurable, todo pasa por ahorrar, es decir, crear un fondo de estabilización que permita actuar sobre la balanza comercial del país cuando ésta presenta grandes desequilibrios. Esto es más fácil para los países más desarrollados ya que su población no tiene las urgencias que tienen la de los países pobres.

¿Qué pasa entonces con los países pobres que descubren recursos naturales?
Lo que pasa es sencillamente que sufren la enfermedad Holandesa y son incapaces de crear un fondo de estabilización porque generalmente el hambre apremia y los ingresos obtenidos son destinados a aliviarla (cuando no van a los bolsillos de los gobernantes de turno). Esto ilustra por ejemplo la situación de los países productores de petróleo que a pesar de obtener grandes beneficios de la venta del crudo no logran desarrollarse y su población continua inmersa en el círculo de la pobreza.

¿Cual es el sentido de esta entrada?
La respuesta es que estaba hablando con Migue sobre las baterías de los ordenadores que están hechas de litio. Este elemento químico de símbolo Li se está convirtiendo en un bien estratégico y cada vez mas preciado por sus innumerables aplicaciones. ¡Hasta he llegado a leer que el consumo de litio puede tener relación con el aumento de la esperanza de vida!

Bolivia, que es el país más pobre de America del sur, ha descubierto una gran reserva de litio (5,5 millones de toneladas) ubicada en el salar más grande del mundo, el salar de Uyuni (un lugar mágico de este planeta).




Los carroñeros no se hicieron esperar, Francia y Rusia fueron los primeros en golpear la puerta de este país con el objetivo de “ofrecer” la tecnología necesaria para la explotación de dicho recurso.
La explotación todavía es un proyecto pero está cerca de convertirse en una realidad, una planta piloto está siendo construida y el estado boliviano tendrá el control del 60% de la producción.
Solo cabe esperar que los gobernantes bolivianos utilicen de manera responsable los ingresos que supondrán para el país, es decir, invertir en educación, infraestructuras, salud, etc. y no se dediquen a importar todo lo que se mueva.

Esperemos que la enfermedad holandesa no se convierta en la enfermedad boliviana, que como ya sabemos es un paciente que lleva enfermo más de 5 siglos.


2 comentarios:

  1. No puedo evitar pensar en la película de "El concursante" de la que hablé hace poco. (http://elrincondeliumeg.blogspot.com/2011/03/rodrigo-cortes.html)

    No siempre ganar es enriquecerte, ni siquiera cuando ganas dinero.

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  2. Hola

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