viernes, 17 de junio de 2011

La necesidad de actualizar la demanda


En todas las relaciones llega un momento en el que parece que se pierde la chispa. Las cosas ya no se sienten tan intensamente y te descubres a ti mismo dejando de hacer cosas que antes hacías por tu pareja sin pensarlo, solo porque sabías que le iba a gustar (sorpresas, regalos y típicos detallitos que marcan la diferencia)
Este momento suele llegar más o menos al año de haber empezado. Esto tiene sentido porque en el momento que haces un año, ya no hay una situación “ambientalmente nueva” es decir, ya no hay unas vacaciones, o un periodo de lluvia ni nada parecido que no se haya vivido antes, a partir de entonces, todo lo que llega tiene que ser renovado, porque ya ha perdido la novedad inicial.

Con la relación pasa lo mismo. Llega un momento en el que cada miembro de la pareja ya no puede aportar lo que aportaba antes. Al principio lo interesante es la novedad, la sorpresa, el morbo de lo desconocido, pero eso tiene un límite, lo que antes sorprendía ya no lo hace, y el morbo se va agotando. Esto puede parecer el final de la relación, especialmente visto desde dentro, porque de repente te das cuenta de que todo lo que te hacía seguir, lo que te hacía actuar, se está acabando y cada vez tiene menos efecto sobre ti. Las ofertas han cambiado, por eso también lo tienen que hacer las demandas, porque si no la cosa sí que se acaba (no vas a estar con alguien que no te da lo que necesitas solo porque algún día te lo dio).
Para actualizar la demanda, hay que hacer un pequeño análisis de realidad. Es cierto que por el paso del tiempo, todo lo relacionado con la novedad se va acabando, pero hay que tener en cuenta que el tiempo también conlleva otro tipo de cosas y muy importantes. La confianza, la complicidad, el apoyo, la empatía... son cosas que se van incrementando con las vivencias y que son una parte fundamental para una relación y que, si empezaras otra relación con otra persona, no tendrías (y entonces sin duda las echarías de menos). Nos acostumbramos a las cosas hasta el punto de no saber apreciarlas, por eso es fácil sobrevalorar lo que no se tiene en perjuicio de lo que sí se tiene, pero eso es un error, hay que darse cuenta de la importancia de las cosas que se han ido adquiriendo, hay que aprender a adaptar la relación, evolucionarla, ya que si te sigues apegando a tus necesidades iniciales te frustrarás y la relación terminará irremediablemente, aunque mereciera la pena haberla continuado.
No te estanques, evoluciona, y no tengas miedo a actualizar la demanda.

5 comentarios:

  1. No todo iba ser poner acertijos :)

    Además, esto es un pequeño incentivo para un posible nuevo seguidor. A ver si hay suerte.

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  2. Creo que sí ha habido suerte...ya me he enganchado a tu blog ;)

    Un placer leerte

    Pilar

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  3. Me alegro muchísimo, ya irás conociendo a los "liumegueros" que se juntan por aquí, todos diferentes, pero todos unos máquinas.

    Por cierto, aún estoy esperando la explicación detallada de tu respuesta al acertijo. Ya sabes que en ciencia el resultado es lo de menos, lo importante es el desarrollo :)

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  4. Anda miguel, no sabia que tuvieses ese ladito sentimental tio
    Lo tendré que poner en practica en mi vida

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  5. Jaja, sí, parece que sí lo tengo. Ya me contarás cómo te va la puesta en práctica!

    PD: Mejor el cambio de nombre, jaja.

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