sábado, 18 de diciembre de 2010

Shall We Play a Game? (Por Altair Alayamih)


¿Alguien se acuerda de la peli de Juegos de Guerra? Quienes somos de mi generación, o no muchos años de diferencia, la recordamos con especial cariño. Fue la peli en la que todos queríamos ser el personaje que hacía Mathew Broderick, un chaval que con su “moderno” ordenador hackeaba la red del Pentágono y lograba poner en jaque a todo el planeta, además se ligaba a una tía muy guapa. En la película, claro.

El caso, que el mismo año de la película, en concreto el 26 de septiembre de 1983 se produjo un incidente que pudo haber cambiado el curso de nuestras vidas y de la historia moderna.

viernes, 17 de diciembre de 2010

El efecto fotoeléctrico


Hace poco hablé sobre la dualidad onda-corpúsculo de la luz y entonces dije que había experimentos que implicaban que la luz tenía que ser indiscutiblemente una onda y otros que, para darse la luz tenía que ser una partícula. Pues hoy voy a hablar de probablemente uno de los fenómenos más intuitivos que se basan en esta última implicación. La luz como lluvia de partículas.

En 1886 Frank Herzt descubrió que si iluminaba dos electrodos con luz ultravioleta, el arco voltaico que se generaba entre ellos era mayor que si estaban en la oscuridad, es decir, que de alguna forma la luz potenciaba el intercambio de carga (la chispa eléctrica) entre los electrodos.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Pero... ¿qué es la Física Cuántica?

Estaba escribiendo la próxima entrada de física (el efecto fotoeléctrico) y me he dado cuenta de que me he puesto a intentar aclarar cosas sobre un concepto, pero no he aclarado el concepto en sí. Además así aprovecho para explicar otra cosa y así no hago entradas tan largas.
Lo que hace a la física cuántica diferente es la escala en la que se trabaja, ya que las cosas no son como parecen.

sábado, 11 de diciembre de 2010

Cambio de etapa

Nuestra vida no es más que una sucesión constante de etapas. Esto, que es un razonamiento a priori poco menos que evidente, puede darnos más que un quebradero de cabeza si no lo tenemos en cuenta, especialmente si nos acercamos al fin de una de dichas etapas.

Para definir el concepto de etapa, podríamos decir que se trata de un tiempo determinado en el que tus actividades, sentimientos y demás se centran en torno a un tema en particular. Las etapas no tienen por qué darse en toda tu vida a la vez, de hecho, lo normal es que cada ámbito de tu vida pase por su propia etapa, de manera que, en un momento dado, puede que en los estudios estés atascado, estés bien con tu pareja, veas menos a tus amigos de toda la vida y estés bien en casa; y en otro te vaya mejor en los estudios, no ya no tengas novia, has conocido a otro grupo de amigos y tengas problemas con tu familia. Con esto, vemos que cada ámbito (estudios, amigos, pareja, familia, etc.) pasa por distintas etapas y el conjunto de todas ellas es tu vida.

El accidente

No funcionó. Ni el cinturón de seguridad, ni el airbag, ni el parachoques, ni el freno de emergencia, ni el novedoso diseño que permitía que el propio coche absorbiera todo el impacto… nada funcionó. Se veía venir, la velocidad era excesiva… la colisión fue brutal. Desde mi sitio solamente veía el brazo de mi desmembrada compañera. Y lo peor es que sabía que esta misma situación se iba a repetir una y otra vez en otras muchas partes del mundo, prácticamente a cada momento y nadie iba a hacer nada para evitarlo. Odio ser un muñequito de pruebas.  

miércoles, 8 de diciembre de 2010

La dualidad onda-corpúsculo de la luz

Desde el principio de los tiempos se ha tenido una eterna discusión sobre la naturaleza de la luz y especialmente a partir del siglo XVII en el que se pusieron claramente sobre la mesa dos teorías al respecto: La teoría ondulatoria de la luz, que dice que la luz es una onda y la teoría corpuscular, que dice que es una partícula o corpúsculo. Ambas tenían grandes científicos a sus espaldas, como son Huygens en el caso de la ondulatoria y el mismísimo Newton en la corpuscular.
La batalla fue dura, pues ambas tenían cosas a favor y en contra:

Para Altair Ayalamih

Hola Altair Ayalamih.

Mentiría si te dijera que no me he preguntado nunca quién eras, la primera persona que escribe en inglés y de la forma en la que lo hiciste, el tipo de comentarios, siempre con una aportación reflexiva (cosa que me gusta por cierto) y mencionando a Andy Warhol. Desde luego no eres el típico posteador o al menos, no aparentemente.

He estado pensado y, como has dado un gran paso al respecto de tu identidad, voy a dar yo otro. Te propongo un juego: voy a analizar tus pistas y las que me sigas dejando (si lo sigues haciendo). Cuando tenga alguna conclusión, la expondré con todo lo que me haya llevado a ella. Esto sin duda te pondrá de manifiesto en qué he acertado y en que me estoy equivocando estrepitosamente, lo cual, representa una gran ventaja para ti en caso de no acertar. A cambio, me gustaría que, si realmente he acertado, me lo dijeras. Por otro lado, me comprometo a no lanzar "acusaciones" a diestro y siniestro. Si me equivoco, seguiré intentándolo, pero mis intentos siempre serán fundados.

No voy a etiquetar esta entrada para que no tenga un acceso tan público como las otras. No pretendo que  esto se vaya a quedar entre tú y yo, pero tampoco lo contrario.

Bueno, qué ¿aceptas el juego?

martes, 7 de diciembre de 2010

Introducción a la Física Cuántica


Últimamente está muy de moda hablar sobre la Física Cuántica. Parece que todo lo inexplicable se puede explicar con ella o, al menos, que cuando introduces estas dos palabras en cualquier conversación (en la que sean coherentes, claro) tus interlocutores aceptarán cualquier argumento por extraño que sea.
Es cierto que la Cuántica tiene muchas cosas que son muy incomprensibles (la gran mayoría), pero también es verdad que muchas veces se le añaden más cosas incomprensibles aún, se le da un toque místico y se expone como algo esotérico, casi mágico. He visto algunos documentales que consiguen hacer sensacionalismo de la física gracias a la cuántica. Inimaginable.

sábado, 4 de diciembre de 2010

El mamífero suicida

Hay cierto tipo de mamífero que su alimento favorito es uno de los componentes de su madriguera, la cual, es totalmente necesaria para su supervivencia, pues si ella moriría irremediablemente por culpa del frío, la lluvia o los depredadores, pero pese a ser consciente de ello, el mamífero en cuestión prefiere una vida corta pero placentera (y sin generaciones venideras) que una más larga y con posibilidad de generar descendencia que pueda disfrutar de su propia guarida hasta que se puedan valer por sí mismos. Dicho mamífero tiene otras posibilidades de alimentación, que le proporcionarían los mismos nutrientes que los que le proporciona su alojamiento, pero aún así, prefiere acabar con él en pro de una vida más placentera. Este “modo de vida” también perjudica a los demás individuos de la población, porque, además de que no todos tienen un cubil y parece poco ético que el que tenga se lo coma, no todos los elementos de la madriguera son digeribles por el mamífero, dando lugar a unos excrementos altamente tóxicos para el resto de sus congéneres, algo que él mismo no sufre ya que se asegura de irse bien lejos de su guarida.

Visto desde fuera, este comportamiento es autodestructivo respecto a la población entera y especialmente estúpido si tenemos en cuenta la conciencia del mundo. ¿Qué lo motivará?, ¿por qué no cambiará el mamífero?,¿no se da cuenta de que así no va a durar mucho? Parece que sí, pero, entonces, ¿por qué se comporta así?

Estas son las preguntas que se plantean viéndolo desde fuera, pero para responderlas tendríamos que verlo desde dentro, porque me temo que, tristemente, podemos hacerlo.

viernes, 3 de diciembre de 2010

Una visita muy anhelada



Por fin Navidad, ¡qué bien que hayáis venido! Aquí en el asilo los días son demasiado largos, pero hoy todo eso da igual, estáis aquí y eso es lo que importa. Qué recuerdos. Las comidas familiares, las fiestas multitudinarias, los chistes del tío Bernardo, la carne en salsa de doña Pepita, la alegría de los nietos correteando por el salón, los teatrillos de tus primos, los nervios de las uvas (qué mal lo pasaba la abuela, eh) y la copita del champange que siempre traía el primo Sebas desde París. ¡Qué momentos! Me encantaría que este momento durara para siempre y que...

-Por favor -sonó por la megafonía de la sala de espera,- los familiares de Fernando Gómez pueden pasar a verlo.

-Lo siento señor, -dijo en niño de la estupefacta familia,- pero me tengo que ir a ver a mi abuelo.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

El mundo de los sueños



Me gusta reflexionar. Cuando lo hago, siempre descubro cosas del mundo, de los demás, pero sobre todo, de mí. Hace mucho que no lo hago y, en parte, sé por qué. Me gusta reflexionar, es cierto, pero a la vez me asusta. Me da miedo escarbar tanto entre mis sentimientos porque siento que puedo romper algo irreparable, quizás abrir una puerta que más adelante me sea imposible cerrar, y lo peor es que intuyo que hay varias puertas de ese tipo escondidas a gran profundidad. Como consecuencia muchas veces me paro a pensar, pero nunca llego a profundizar tanto como para no saber lo que va a haber más allá, pero hoy voy a hacer una excepción, son demasiadas las incógnitas que pueblan mi vida y no tengo la capacidad necesaria como para poder ignorarlas todas. Así pues, comienza mi reflexión.

Otra aclaración importante

Ya en la anterior aclaración comenté que las cosas que subo no tienen una relación directa con mi estado actual. En su momento lo dije refiriéndome más a las reflexiones y teorías, pero lo cierto es que es extensible a todo y en particular a los relatos. Lo digo porque suelo escribir relatos en primera persona, porque me gusta en sentido literario, me parece que da lugar a más y mejores recursos aunque no cuente con un narrador omnisciente. Esto no quiere decir que los relatos sean autobiográficos, es verdad que generalmente responden a algún tipo de inquietud (si no no se me ocurrirían), pero eso no implica que me haya pasado.

Por otro lado, cuando quiera pone algo que realmente me ha pasado lo pondré en "Anédotas" o "Mi vida por Salmanca".

Una vez aclarado esto, os dejo un relato que escribí hace unos años.

Tupper de un solo uso (consejo para pisos de estudiantes)

Lo del reloj de las tareas era un consejillo más de coña que otra cosa (aunque sí que creo que es mejor que todos los miembros del piso realicen una tarea a la semana, en vez de que cada semana sea uno solo el que lo limpie todo, y el reloj es una buena forma para conseguir esto), pero hoy voy a contar un consejo un poco más de verdad y un poco más útil.

Hay comidas que no se pueden hacer en pequeñas cantidades y cuando se hacen, se hacen, como por ejemplo, las lentejas.

La primera vez que nosotros hicimos lentejas llenamos dos ollas. Es verdad que se nos fue un poco la mano, pero bueno, nos vino muy bien para ser conscientes de la utilidad del consejo.

Como no lo conocíamos en su momento, congelamos una de las ollas y la otra nos la comimos a lo largo de la semana.

Cuando quisimos comernos la segunda nos enfrentamos a un pequeño dilema ¿La descongelábamos entera? Si lo hacíamos, teníamos que comérnoslas con relativa rapidez, pero si no ¿Cómo íbamos a descongelar solo una parte? Al final optamos por la segunda opción y la llevamos a cabo a golpe de martillo, pero a juzgar por cómo quedó la cocina yo diría que no es lo más apropiado.

                       



Desde entonces, lo que hacemos es utilizar los Tupper de un solo uso ¿Y eso qué es? Pues muy sencillo, un tetrabrick de leche acabado y al que le recortamos la tapadera. De esta forma se pueden guardar raciones individuales (o para dos, como es nuestro caso) sin tener que comparte fiambreras ni nada por el estilo. Eso sí, tiene que caber de pie en el congelador, si no, se puede seguir utilizando pero para cosas como arroz y cosas por el estilo, que se hacen en cantidad pero no se derraman.


                           


Pues nada, espero que le sea útil a alguien.

Dos casi-muertes en menos de dos semanas


Pues sí, así es. Es cierto que entre unas cosas y otras ya tengo una pequeña colección de casi-muertes, pero nunca me habían ocurrido dos de forma tan consecutivas.

La primera fue el día 15 de noviembre, día de San Alberto Magno, patrón de las ciencias y, por lo cual, día no lectivo para los que las estudiamos. En principio no había clase, digo en principio porque luego empecé a tener ciertas dudas, ya que aquí en Salamanca ese es el día de las novatadas, pero se había cambiado para que cayera en jueves, de forma que el jueves no iba a haber clase (y el viernes tampoco porque la gente iba a seguir borracha), pero no había quedado muy claro si el día no lectivo del lunes se trasladaba al jueves o el del jueves era adicional (como sin duda lo era el del viernes). Yo pensaba que no había clase, pero Curro me convenció de que sí, así que al final acabé yendo con Ángel (un amigo de Sevilla que había venido a visitarnos) a la facultad porque le hacía ilusión ver cómo daban las clases.
Cuando llegamos estaba cerrada. Curro nos la había jugado y lo peor de todo es que se había quedado en la cama.

Como ya estábamos ahí aproveché para enseñarle a Ángel algunas cosillas de la zona, como por ejemplo la dichosa rana de la fachada del edificio original de la universidad. Después de un rato, tuve que decirle  dónde estaba porque empezaba a hacer frío y por delante de nosotros solo pasaban grupos de jubilados que la veían al instante.

Una vez vista, decidimos volvernos a casa.

Bueno, pues estábamos pasando por la calle que hay entre la universidad potificia y la Casa de las conchas y de repente escuchamos un golpe detrás de nosotros proveniente de las alturas y nos giramos a tiempo para ver cómo un bloque de piedra de unos 30x20x10 centímetros (aproximadamente) se estrella contra el suelo haciendo un ruido brutal y dejando el suelo lleno pedazos de roca (yo tengo uno en casa).


A nosotros nos pilló unos metros por detrás, pero había una pareja a la que no pilló de puro milagro.
Entonces me di cuenta de que si hubiera tardado un par de segundos más en decirle a Ángel dónde estaba la rana quizá otro gallo cantaría... o no.

Aquí está la noticia

Por cierto, fui yo el que llamó al 112 (nunca lo había hecho antes) porque después de un rato, cuando ya se hubo ido toda la gente que había presenciado el hecho, la gente pasaba por ahí tan normal, diciendo cosas como: “mira, se están cayendo trocitos de la fachada”.

La otra vez que casi muero fue el viernes 26 de noviembre y fue en un circuito de Karting. A decir verdad, mi trayectoria con los karts siempre ha sido algo accidentada (nuca mejor dicho), pero en este caso las cosas eran diferentes, ya tenía el carnet y ya sabía manejar bien un coche, así que nada, me monté sin temor alguno en uno de los coches y me puse a dar vueltas con mis primos.

Ya había dado varias vueltas al circuito cuando de repente noté que algo me tiró intensamente del cuello para atrás, ahogándome. En un nanosegundo mi cerebro concluyó lo que pasaba y me hizo picar el freno. Sí, efectivamente, el pañuelo que llevaba al cuello se había liberado y se puso a ondear hasta que se topó con la rueda trasera del kart. Por cómo eran los tirones, por las manchas del pañuelo y porque sigo vivo supongo que no se quedó enganchado en la rueda sino que iría arrastrándose por el suelo y la rueda lo pisó y patinó, haciendo que me tirara del cuello para atrás. Estuvo cerca, pero nada más. Aquí tenéis la prueba del hecho:




Cuando se lo conté a mi tía se rió mucho diciendo: “Habría sido como Isadora Duncal pero con menos carisma” pero cuando ésta se lo contó a mi madre a ella no le hizo ni puta gracia.

Bueno, pues estas son las dos formas de casi-muerte que he tenido en apenas 10 días, con las cuales espero que todos hayamos aprendido algo:
  1. Si oyes un ruido  en la calle que viene de arriba, corre al edificio que te parezca más nuevo.
  2. Si vas a conducir un kart o un descapotable, no lo hagas con un pañuelo/bufanda que te pueda matar.


martes, 30 de noviembre de 2010

Al bajar del escenario

El poeta se sentía muy orgulloso de sí mismo. Había hecho un recital impecable y la gente lo había sabido valorar, pues los aplausos hicieron retumbar las paredes de la pequeña sala, o al menos eso le pareció a él. Cuando pasó por al lado de los presentadores, éstos le dirigieron una sincera sonrisa y le dedicaron un gran “enhorabuena, lo has hecho genial” que le supo a gloria.

Ocupó su sitio entre las miradas de los asistentes y fingió contemplar al siguiente participante mientras intentaba recuperarse del subidón de adrenalina.

Relatos

¡Más secciones!

Llevo un tiempo (desde que empecé el blog, básicamente) preguntándome si debo abrir esta sección o no, pero hoy lo he visto claro.

No sé muy bien cuánto durará o cada cuánto la actualizaré, pero de momento voy a empezar con algo que acabo de escribir. Si no escribo nada más (cosa que en realidad dudo) pues ahí queda eso.

lunes, 29 de noviembre de 2010

El experimento


No funcionó.
La decepción se podía leer en las caras de la docena de chavales que rodeaban el viejo televisor. Muchos negaban con la cabeza, otros se echaban las manos a la cara y otros simplemente se habían quedado con la mirada perdida. Cuando la bombilla de la pequeña habitación titiló todos pensaron que lo conseguirían, pero la imagen en la pantalla apenas duró unos segundos.

De pronto uno de los adolescentes miró al profesor de ciencias y, con gran esperanza, dijo:

-Intentémoslo de nuevo.

Y éste sonrió para sus adentros. Claro que había funcionado, había creado un nuevo científico.

PD: Dedicado a todos los que fueron motivados por algún profesor a hacer lo que hacen, y especialmente a la gente de Física de Sevilla, que gracias a ellos me animé a mostrar mis relatos.

Lo prometido es deuda.

Aquí empieza la sección de microrrelatos. En general, todos los escribí con la misma estructura, por así decirlo, alguien me daba una frase inicial y yo escribía un microrrelato (o varios) con ella, por eso en algunos casos los inicios son iguales (había que aprovechar la inspiración).

Os dejo con los microrrelatos no sin antes recomendaros que intentéis escribir alguno, es más fácil de lo que parece y más si tienes una frase inicial. Es más, si alguien escribe alguno con alguna de las frases con las que yo empiezo, le invito a publicarlo como un comentario.

Reactivación

Muy buenas a todos.

Últimamente la actividad del blog ha sido bastante escasa, entre otras cosas porque no estaba muy seguro de si la gente lo seguía y eso ha hecho que me duerma un poco. Pero este fin de semana he visto que sí que hay gente que me sigue y algunos de ellos a diario (va por ti Ale), lo cual ha hecho que me anime un poco y cambie mi actitud respecto al blog, así que a partir de ahora intentaré publicar más a menudo. 

Además, para celebrarlo voy a crear una etiqueta nueva: Microrrelatos, cuyo nombre, a pesar de ser corto, considero muy descriptivo.

Pues nada, a ello voy.

PD: Por cierto, no sabía que para escribir comentarios había que estar registrado. Ya lo he cambiado así que puede escribir todo el mundo sin problemas.

martes, 16 de noviembre de 2010

Aclaración importante

Hay algo que quiero aclarar en relación con las cosas que publico. Mi principal intención con el blog es promover de alguna manera la reflexión, compartir las mías y si queréis, también las vuestras mediante los comentarios. No utilizo el blog para desahogarme, para escribir poesías sobre mi estado de ánimo o como confidente o amigo que me escucha ni nada por el estilo, simplemente de vez en cuando reflexiono sobre algunas situaciones y lo escribo, generalmente poniendo más interés en aportar un punto de vista diferente que en describir una situación totalmente realista.

Con esto quiero decir que las teorías, las reflexiones y demás no están relacionadas con mi estado de ánimo, más que nada porque si fuera así no lo publicaría en un blog. Así que (y esto va para la gente que se puede preocupar) tranquilos, si me pasa algo no os enteraréis por aquí, jeje.

Teoría del vómito


En la vida hay pocas cosas que sean realmente exclusivas. Incluso comportamientos que pensamos que son irrepetibles, los repetimos en situaciones totalmente distintas. Un ejemplo de esto es la teoría del vómito.


Cortar con alguien es como vomitar, no por lo desagradable (que también) sino porque en ambos casos se realiza el mismo proceso. Para ver la similitud vayamos paso por paso.

Imagínate que estás en la cama y tienes el estómago revuelto. Intentas dormir, pero no puedes, te duele la barriga y te encuentras mal. Cuando ya ha pasado una hora, empiezas a darte cuenta que lo más probable es que tengas que vomitar. Intentas obviarlo, pensar en otra cosa, dormirte de nuevo, si lo consigues quizá se te pase y no tengas que vomitar, quizá sea solo una cosa pasajera, piensas esperanzado. Por otro lado, sabes que cuando vomites te vas a encontrar mejor, te vas a sentir más liberado y vas a poder dormir bien, pero aun así, no quieres hacerlo, porque es algo, no doloroso pero sí muy desagradable y que cansa. Al final decides dejar de pensar en eso, intentar dormir y aguantar hasta que fisiológicamente no puedas más, así si se te pasa, pues mira que bien y si no, pues es que no podías hacer otra cosa. Al rato la situación se hace insostenible, por mucho que intentes pensar en otra cosa o fingir que te encuentras bien el malestar está ahí y finalmente, vomitas.

Vomitar es desagradable, ya lo sabemos todos, se pasa mal y luego hace falta rato de recuperación en el que escupes unas cuantas veces, te lavas la cara y los dientes, pero luego, pasado ese rato de recuperación te sientes mucho mejor, mucho más liberado, como si te hubieras quitado una carga de encima, ya no hay malestar, ni dolor de estómago ni paranoia de qué hacer, ya puedes dormir a gusto sin tener que pensar en nada. Es más, cuando ya estás en ese estado sueles mirar para atrás y decir: “Pues en verdad no ha sido para tanto y ahora estoy mucho mejor, la próxima vez vomito al principio y no paso mala noche” Pero todos sabemos que la próxima vez harás exactamente lo mismo, intentarás aguantar todo lo posible para evitar vomitar y al final te levantarás a las 5 de la mañana para acabar tu suplicio y, cómo no, dirás que la próxima vez será distinto.

Hasta aquí he relatado lo que, al menos en mi caso, suele ser un episodio normal de una noche de indigestión normal (no etílica, que esas suelen ser de otra forma). El caso es que este mismo proceso se repite en otra situación.

Imaginémonos lo siguiente: Estamos en una relación que ya no nos satisface, que nos pide más de lo que le podemos/queremos dar y no hay indicios de que la cosa vaya a cambiar, si no es para peor. Te planteas cortar, pero sabes que eso es doloroso y desagradable, así que, como tampoco estás muy seguro de que todo esto no sea más que una racha por la que estás pasando, decides esperar a que la cosa se ponga peor. Tú en el fondo sabes que, aunque te gustaría (para evitar cortar) que realmente fuera una racha, no lo es, pero aun así decides esperar hasta que la situación se haga insostenible, esperar a que no tengas otra alternativa, a que tu organismo haga de forma natural lo que tú no quieres hacer por tu cuenta, es decir, esperas hasta que un día estalles de forma incontrolada y lo mandes todo muy lejos, rápido y sin responsabilidad.

Y al final ese momento llega... y estallas. Sí, es desagradable y luego te quedas agotado emocionalmente, pero con el paso del tiempo (tampoco demasiado) te vas dando cuenta de que te sientes más liviano, como si te hubieran quitado una carga de encima, te sientes libre para hacer otras cosas que te apetecen y que antes no podías o no sentías que podías. En ese estado, cuando miras para atrás piensas que por qué no lo habrías hecho antes, el momento de la ruptura y sus consecuencias no fueron tan horribles como lo imaginado, mucho peor fueron los momentos de reflexión intensa y paranoia aguda con el tema. No merecía tanto la pena dar tantas vueltas en torno a cómo iba a ser todo.

Y es que vomitar es desagradable, pero es natural.

viernes, 5 de noviembre de 2010

Reflexión de la fábula del burro indeciso

Siempre me he considerado más una persona de reflexión que de acción. Contemplar las distintas posibilidades y estudiarlas antes de tomar una decisión es algo que me ha salvado en muchas ocasiones de grandes fracasos, pero también he dejado de hacer otras muchas cosas porque la conclusión de dicho análisis no era positiva, habiendo resultado más tarde un claro error.

Con el tiempo, me he dado cuenta de que un fracaso no es siempre la peor opción, muchas veces lo peor es no intentarlo.

Como ya he dicho, el análisis previo es casi obligatorio, pues soy consciente de que unos segundos o minutos de reflexión pueden ahorrar muchos de trabajo, pero he descubierto no solo que los razonamientos no siempre son eficaces, sino que hay veces que el mero hecho de realizarlos exhaustivamente es un error en sí mismo.

Un ejemplo es tardar más tiempo en elegir qué camino tomar para ir a un sitio que la diferencia de tiempo que hay entre recorrer un camino u otro.

Otro, quizá más claro, la fábula del burro a la que hace referencia el título.

Fábula del burro indeciso


                        


Un burro que se está muriendo de hambre vaga por un camino hasta que llega a un lugar paradisiaco: a su derecha, se extendía esplendoroso un enorme campo de trigo. Las doradas espigas resplandecían con la luz del sol.

Fue a dar un paso en dirección al campo de trigo cuando vio otro a su izquierda, exactamente igual que el anterior, con las mismas espigas y con la misma buena pinta.

-Mmm... ¿y ahora qué hago?, ¿cuál me como primero? -Pensó el burro. Era consciente de que probablemente no sería capaz de comerse ambos campos de trigo de forma que tenía que elegir el que fuera mejor, para disfrutar más, pero no había ninguna diferencia entre ambos, nada que pudiera decantar la balanza, eran exactamente iguales, por tanto, cualquier decisión sería correcta. Cuando se decidía por uno, pensaba “¿y por qué ese y no el otro?” y volvía al dilema.

Al final, al no poder elegir, el burro murió de hambre en mitad del camino, entre los dos enormes campos de nutritivo trigo.

Curiosidades fotográficas

De vez en cuando veo cosas por la calle que me resultan curiosas y si puedo, las fotografío. Tengo ya una pequeña colección de fotos y he pensado en compartirla con la gran porción de la humanidad que lee este blog.

Iré subiéndolas de vez en cuando, aunque os aviso de que generalmente las fotos están hechas con el móvil y son de muy baja calidad.

Aquí os dejo las primeras.


Y digo yo, ¿el que escribió el cartel no se dio cuenta de que había algo raro?



En Cambridge vi en un baño instrucciones para lavarse las manos.


Una universidad tan prestigiosa para esto...


En el comedor de Matemáticas del campus de Reina Mercedes (Sevilla)
se puede encontrar este curioso cartel:


¿Necesidad determinada por una rutina de monedas tragadas o estrategia poco sutil de márketing?

Where the hell is Matt

Hace unos años mi hermano me enseñó un vídeo de un tal Matt que se grababa bailando una curiosa danza en distintas partes del mundo. Me llamó mucho la atención y parece que no fui a único, porque una empresa de chicles lo contrató como imagen de la marca, para que siguiera haciendo eso, pero patrocinándolos. La idea está muy bien, y muchos sitios son muy bonitos, además la música está muy bien escogida.

De momento ya lleva 3 vídeos oficiales, más otros que se pueden ver en su página (como uno hecho por distinta gente emulando el baile de Matt)

Aquí os dejo los links a los vídeos y a su página web, que no tiene desperdicio

Where the hell is Matt 2005

Where the hell is Matt 2006

Where the hell is Matt 2008

http://www.wherethehellismatt.com/


Que lo disfrutéis

Acerca de viajar

En la introducción de esta sección dije que para que viajar tenga un efecto de apertura mental, es necesaria la interacción intercultural, porque esa interacción la que va a poder poner de manifiesto las diferencias culturales realmente interesantes, como puede ser la forma de pensar. Es lo que te va a permitir conocer el porqué hacen las cosas como las hacen y no solo saber que las hacen de una forma u otra. 



Me explico, puedes ir a Marruecos, comprar alfombras y volver y probablemente no hayas conocido nada de su cultura ya que la única interacción ha sido meramente comercial. Lo mismo ocurre en los cruceros (y probablemente en los viajes organizados en general), están diseñados de forma que no puedes salirte de tu rol de turista. No hay tiempo ni lugar para la interacción, todo es bajar del autobús, cinco minutos para hacer fotos y volver a subir para ir a otro monumento a repetir el proceso. La mayoría de las interacciones se reducen a  la menos agradable de todas, la comercial; regateos con alguien que piensas que te está timando, gente que te insta e invade tu espacio para que te metas en su tienda y tácticas de dudosa moralidad para conseguir alguna venta más. Esto suele llevar a conclusiones erróneas precipitadas respecto a la población del país, lo cual no deja de ser una hipocresía total, tachamos de inmorales a los que apelan a nuestra "amistad" para conseguir un euro más (cuando muchas veces realmente lo necesitan), nos enerva, nos parece sucio y ruin, pero nadie dice nada cuando se mantienen guerras y se permiten auténticos genocidios (como el de Ruanda hace tan solo 15 años, en 1995) por conseguir materias primas más baratas que reduzcan el coste final de los productos ¿Acaso eso no es inmoral? Es más, ¿acaso es posible una comparación?



Pero volviendo a la interacción a nivel personal, puedes ver que si te paras a hablar con la gente, si te sales de ese rol de turista que no le importa nada ni nadie y que solo va a ahí a consumir (ya sean monumentos, alfombras, o lo que sea) y te interesas un poco por lo que te rodea, entonces quizá ellos hagan lo mismo contigo y te dejen de ver como una simple posibilidad de conseguir dinero, y entonces te darás cuenta de que las cosas no son como pensabas. Es en este momento cuando puede empezar tu aprendizaje.

Esto no quiere decir que solo puedas aprender de otra cultura hablando con la gente del lugar, de ninguna manera, no hace falta hablar, pero sí interesarse por el entorno. Por ejemplo, cuando fui a la India me sorprendió ver la cantidad de tullidos que había en las calles, pero más me sorprendió la explicación que me dio la gente con quien iba. Al parecer, aunque el sistema de castas ya se abolió el siglo pasado, aún se mantiene socialmente, de forma que si has nacido en la casta de "los intocables" (la más baja de todas) tu única opción para sobrevivir es la mendicidad, y el mendigo que más gana es el que más pena da así que los familiares hacen todo lo posible para que su hijo sea el mejor en su campo, el más próspero. El resto os lo podéis imaginar... es brutal. 

Para ver esto no hace falta hablar con nadie, solo verlo e interesarte, y así poco a poco puedes ir comprendiendo la situación del lugar, los comportamientos de sus habitantes y demás, lo cual es muy interesante porque de repente te planteas situaciones que en tu vida normal nunca te plantearías porque las ves demasiado alejadas de la realidad, y eso abre la mente, aunque generalmente no te das cuenta hasta pasado un tiempo.

Ya comenté que cuando empecé a viajar dudaba sobre la veracidad de la expresión "viajar abre la mente". Yo la cambiaría por "viajar puede abrirte la mente con el tiempo, si te interesa", aunque soy consciente que no tiene demasiado gancho.

Aún no he podido expresar todo lo que ronda mi cabeza, así que probablemente vuelva a publicar una entrada relacionada con esta, pero matizando algunos aspectos.



Viajes

Una de mis mayores aficiones es viajar.



Al principio lo hacía por diversión, y de hecho, lo de que "viajar abre la mente" me parecía más un topicazo que una realidad, pero con el tiempo y con los viajes he ido cambiando de opinión. Aunque es cierto que el hecho de viajar no tiene por qué implicar ningún cambio en la persona, sí creo que puede propiciar la reflexión en distintos ámbitos, pero para ello hay que querer implicarse.

Esta afirmación venía seguida de una reflexión, pero cuando me he dado cuenta, lo que pretendía ser una introducción se ha convertido en algo un poco más amplio y concreto a la vez, así que he decidido quedarme aquí y publicar lo otro como una reflexión aparte.

miércoles, 27 de octubre de 2010

El reloj repartidor de tareas

Puede que ya haya comentado en algún momento cómo repartíamos las tareas de la casa, pero lo que es seguro es que nunca lo he enseñado.





En un principio íbamos a hacer uno más currado (de hecho ahora que me acuerdo, yo compré cartulinas de colores y todo), pero al final se ha quedado el provisional.

Los que viváis solos podéis copiar la idea para que repartir las tareas con este fabuloso método, convirtiendo así el mirar los quehaceres ¡ en una auténtica aventura!

PD: "Libre :)" en realidad significa "Tirar la basura", es que nos dimos cuenta más tarde de que se iba acumulando sin remedio.

Sobrecalentamiento y sobreenfriamiento. La respuesta está en la metaestabilidad

En la introducción dije que una de las cosas que pensaba incluir eran entradas sobre física, pero lo cierto es que hasta ahora no me había podido dedicar a ello.

Voy a empezar esta sección con un tema que me parece muy interesante y que poca gente conoce: la metaestabilidad.

Seguro que a muchos de vosotros os ha llegado alguna vez un email diciendo que tengáis cuidado al calentar agua en el microondas, ya que parece ser que al sacarlo o al echarle azúcar todo el agua se transforme en vapor y te queme la cara. Bueno, pues una de las cosas que vamos a ver con la metaestabilidad es la veracidad de dicho email.

NOTA: Si te parece una entrada demasiado larga como para leértela entera, mira al menos los vídeos que enlazo al final, son cortos y merece la pena.

Pero antes de explicar en qué consiste, es necesario conocer algunas nociones básicas de los sistemas.

¿Y qué es un sistema? Pues según la wikipedia:

Un sistema es un conjunto de partes o elementos organizados y relacionados, que interactúan entre sí, para llegar a un mismo objetivo.

Puede parecer algo complejo, pero no tiene por qué ser así en absoluto. De hecho, en nuestro caso el sistema va a ser tan simple como una pelota sobre una mesa.

martes, 26 de octubre de 2010

Todo se oxida

Durante el tiempo que estuve trabajando en Cambridge de limpiador de oficinas, aprendí algunas cosas y pensé "qué bien, acumulo conocimiento y habilidades que pueden serme útiles en el futuro", pero pronto me di cuenta de que no vale con aprender las cosas una vez, la dificultad no está en aprendizaje, sino en el mantenimiento de ese conocimiento o esas habilidades. Puedes aprender un idioma a la perfección, pero si no lo practicas ten por seguro que tarde o temprano te verás balbuceando palabras, intentando hilvanarlas para hacer un texto profundo y coherente, pero dándote cuenta que las cosas ya no son como eran, y es que en esta vida ni siquiera montar en bici es como montar en bici.

Después de la actuación

Ya estoy de vuelta en casa. 

Las cosas salieron según lo esperado si no mejor. Esta vez no me he quedado en blanco al principio y he estado algo más fluido, creo. La gente se ha reído en general, aunque he podido comprobar que el ala derecha se reía muchísimo menos que la de la izquierda. Tras reflexionar llegué a la conclusión de que ahí estaban los erasmus y los poetas, aunque claro, es una forma "elegante" de eludir la no demasiada remota posibilidad de que simplemente no le hiciera gracia.

Hay una cosa que me ha gustado y es que los presentadores se acordaban de mí y de hecho, uno de ellos ha hecho una broma sobre mí algunas actuaciones después que la mía, signo unívoco según Curro de que "me tienen fichado". Yo no diría tanto, pero bueno, me ha hecho ilusión.

Por otro lado, me preocupa un poco que todo el mundo que sube es para compartir algo cultural, ya sea poesía, relatos, música o reflexiones... todos salvo yo, que subo ahí a contar las cosas raras que me pasan. No sé, quizá mis actuaciones estén un poco fuera de contexto, pero vamos, le he preguntado al final a uno de los presentadores y me ha dicho que no me preocupe, que mis anécdotas encajan perfectamente. Espero que sea verdad.

Yo estoy contento, pero ya no solo por la actuación (o por haberme "librado" de ella) sino porque me he dado cuenta de que M.A.S. no solo me gusta porque me acerca a cosas a las que no me suelo acercar normalmente (como es la poesía o la música del laúd árabe) sino también porque hay algo en ese espectáculo que me inspira a escribir. No a escribir algo en particular, sino a escribir en sí, a crear cosas nuevas. Está bien porque es uno de los objetivos que quiero conseguir este año aquí en Salamanca, poder sacar tiempo para sentarme y hacer, y cuando salgo de ahí me siento motivado para ello. Además, los miércoles organizan tertulias literarias. No sé muy bien cómo serán, pero puede que sea el empujón que me falta para desarrollar esa faceta más olvidada de lo que me gustaría.

Bueno, ya iré contando.


PD: Aquí os dejo el link al resumen que hacen los organizadores de M.A.S. A través de él podéis acceder a blogs, páginas, vídeos y demás de algunas de las actuaciones que se hicieron.

lunes, 25 de octubre de 2010

Hoy "actúo" en el M.A.S. otra vez

Como disfruté mucho el lunes pasado en el M.A.S. (menos mal que aquí no existe el supermercado porque si no sonaría un poco raro) anoche decidí que hoy contaría otra anécdota, la de cuando me quedé "encerrado" en el aula de ordenadores de aquí de Salamanca. El caso es que es dentro de un ratillo y cuando lo pienso me pongo bastante nervioso, aunque luego sé que cuando estoy arriba se me pasa todo y me meto tanto en la anécdota que no me doy cuenta de que hay unas 40 ó 50 personas delante de mí, más las que están en la parte de arriba.

Bueno, supongo que todo saldrá bien. Voy a trazar algunas isobaras para calmarme.

jueves, 21 de octubre de 2010

Mi primera anécdota en Salamanca: Encerrado en la sala de ordenadores de la facultad

Las llaves del Sevici y las alcantarillas de Sevilla

Esta es la anécdota que conté en el Micro Abierto Salamanca (una entrada que está en "Mi vida en Salamanca")


http://sites.google.com/site/elrincondeliumeg/Anécdotaalcantarilla.wav

¡Por fin puedo subir las anécdotas!


Una de las cosas que quería hacer en el blog era ir colgando algunas anécdotas de cosas más o menos extrañas y divertidas que me suelen pasar y que suelo grabar en mi mp3 mientras camino. Tengo varias, pero hasta ahora no había puesto ninguna por el simple hecho de que no sabía. Hoy, tras más tiempo del que me gustaría admitir y gracias a un tutorial que explica perfectamente cómo subir archivos a blogger, he aprendido a hacerlo, así que a partir de ahora iré subiendo tanto las anécdotas antiguas como las que me vayan pasando.

Ah, una cosa para los que nunca me hayan escuchado contar una anécdota. No sé si porque tengo déficit de atención o simplemente porque enrollarme está en mi naturaleza suelo introducir comentarios sobre lo que me está pasando en ese momento y olvidarme de lo que estaba hablando. Esto alarga un poco las anécdotas en sí, así que puede ser aconsejable llevarlas en el mp3 para poder escucharlas haciendo otra cosa y no desesperar demasiado.

miércoles, 20 de octubre de 2010

Pizarra casera


En el piso cada uno aporta algo mayoritariamente. Se podría decir que Curro y Gonzalo el tema cultural profundo, Kathi la limpieza profunda (no porque sea la única que limpia, sino porque es la que lo hace más a fondo) y yo las propuestas para hacer del piso un sitio guay. 

Una de ellas fue la de los post-it. Cada uno tiene unos post-it de un color diferente, de modo que podemos irnos dejando notitas por la casa los unos a los otros, aunque para ser sincero, esta idea no triunfó demasiado debido aque por las texturas de las puertas y de la mayoría de las cosas de la casa, los post-it no duran ni cinco minutos pegados.

Sí tuvo más éxito en cambio la idea de la pizarra magnética. Era otra manera de dejarnos mensajes, pero de forma diferente. Como al principio no teníamos pizarra, empezamos a escribir en los azulejos de la casa y al final, lo que era algo provisional se ha convertido en la norma, así que cuando entras en mi cocina lo normal es ver los comentarios que nos hacemos o que hace la gente que viene de visita. 

Es muy gracioso ver los comentarios de los que han salido la noche anterior a muerte y han vuelto tajados. Entre otras cosas porque puedes encontrarte comentarios algo extraños, como el de la primera noche que salí a muerte aquí y que volví con el uruguayo a las 7:50 con una sorpresita.










Clase de historia

No sé si lo he dicho en algún momento, pero tanto Curro como Gonzalo son personas con grandes inquietudes culturales y sociales a las que le gusta pensar, lo cual hace que a menudo se den conversaciones muy interesantes de los temas más diversos, en los que, generalmente ellos discuten y yo me mantengo como ente más o menos neutral, matizando los comentarios y argumentos de uno y otro.

Otra cosa importante a saber es que cuando Gonzalo vino a España se fue a vivir a Bilbao y ahí ha pasado más de la mitad de los siete años que lleva aquí, con lo cual tiene unas ideas muy interesantes y diferentes en general a las que estoy acostumbrado.

Ya desde el principio me di cuenta de que este año iba a aprender (o recordar) un montón de cosas, bueno pues hoy ha sido uno de esos momentos. Desde después de comer hasta eso de las ocho, Curro me ha estado recordando toda la historia de España, desde los Reyes Católicos, todo ello en nuestra ventana-pizarra.




Increíble cómo se olvidan las cosas. Es tan odioso como cierto.

martes, 19 de octubre de 2010

Noche en Micro Abierto

Aquí en Salamanca hay un bar que se llama Esperpento y que organiza diversos espectáculos en directo para cada día de la semana. Bueno, pues lo lunes tienen lo que llaman “micrófono abierto”, que no es más que dejar un micrófono en un escenario a disposición de todo aquel que lo quiera utilizar.

Para participar solo tienes que apuntarte en una lista y no pasarte demasiado con el tiempo (6 minutos es lo normal, según Ben Clark, que es uno que lo organiza) y claro está, querer decir o hacer algo.

Gonzalo (el uruguayo, también conocido como “Uru” por razones obvias) ya nos había comentado que había ido con una amiga y que lo había flipado y Curro fue el lunes pasado y lo disfrutó mucho, además me dijo que era el lugar perfecto para que contara alguna de mis anécdotas.

Yo lo estuve sopesando, pero contar una anécdota delante de un huevo de gente que no conocía de nada y que posiblemente (según lo visto) no tenían el mismo sentido del humor que yo ni parecido, lo veía un poco arriesgado. Podría decir que deseché la idea al momento, pero sería falso. “Me lo pensaré, voy a verlo primero y ya veremos” dije o simplemente pensé, pero sabía que en el fondo una parte de mí quería hacerlo.

Ayer fue lunes y fui por primera vez a ver todo esto del micro abierto. Fuimos prontito para poder pillar sitio abajo, donde estaba el escenario, ya que la otra opción era verlo en la parte de arriba en una pantalla.

Me gustaría hablar de toda la gente que pasó por el escenario, pero sería una entrada demasiado larga, así que me limitaré a decir que me encantó y que me sorprendió mucho el potencial creativo que había ahí acumulado. Reflexiones, poesías, relatos, ensayos, canciones de todos los colores y hasta un skech que protagonizaron tres mujeres. La variedad fue brutal, pero lo curioso es que la calidad también.

El tiempo pasaba y cada dos por tres me estaba imaginado cómo sería el momento (si es que se daba) en el que yo me subiría ahí y contaría alguna de mis anécdotas surrealistas. Solo pensarlo me ponía nervioso, pero a la vez, sentía que tenía que hacerlo en algún momento. Cada vez me metía más en el papel, además hablar con Curro y con Sara (la amiga de Uru con la que fue la primera vez) me hacía planteármelo más aún. Hasta que en un momento Sara me anima a salir en ese momento, pero claro, yo pensé que era demasiado precipitado, entre otras cosas porque ya era un poco tarde y probablemente ya estuviera el cupo lleno.

Estaba pesando en esto cuando de repente uno de los que estaban apuntados no se presentó.
Estaba claro, era una señal.

Sin pensármelo dos veces me fui a hablar con uno de los presentadores:

-Oye, tenéis algún hueco libre para actuar?
-Sí, pero que sea cortito.
-Vale... ¿qué es cortito?
-Tú sabes lo que es cortito.
-Mmm... cinco minutos.
-Sí, más o menos.
-OK, si ves que me paso me lo dices y me callo.

Y así fue como en pocos segundos ya estaba apuntado para contar auna de mis anécdotas.
Al parecer tenía que estar más o menos relacionado con el tema de la noche, que eran los mineros de Chile, aunque en verdad en general esto no se cumplía. De todas maneras, yo me preparé una introducción para enlazar el tema con la anécdota, que por cierto, iba a ser la de las llaves del Sevici.

Se acabó la actuación que estaba en ese momento y justo después me llamaron a mí como “un espontáneo”. Qué nervios, ¡casi peor que cuando me sacaba en el instituto a la pizarra y no tenía ni idea!
Mi introducción era más que nada decir que era sevillano y que era la primera vez que venía a ese sitio, pero me había gustado tanto que me había animado en plan espontáneo a compartir algunas cosas raras de mi vida con todos ellos. Bueno, eso era lo que quería decir, pero no dije eso, dije algo así como:
Hola, soy Miguel, soy un espontáneo porque...

En este momento mi mente se quedó completamente en blanco, como suele ocurrir cada vez que tengo algo preparado, se me olvidó el resto de la introducción y solo pude decir:

… me acaban de llamar y acabo de salir al escenario.

Evidentemente toda la gente estaba callada con cara de “este tío es retrasado?”
Ante eso, pensé, “Killo, deja de decir gilipolleces y empieza con la anécdota”. Y así hice.
Del tiempo que pasó mientras la estaba contando poco puedo decir, porque estaba tan metido que se me olvidó todo, pero sí recuerdo que la gente en general lo flipó, no sé si porque no entendían palabras, porque les chocara que en la misma frase dijera quince veces “killo” o porque la historia en sí les hizo gracia, pero en cualquier caso se rieron mucho y según creo, se lo pasaron muy bien.

Cuando el presentado volvió al escenario dijo algo así como: “Joder, qué putada volver al escenario y no tener acento andaluz”

Poco después se acabó el espectáculo y nos fuimos a casa. Durante el camino Curro y yo estuvimos hablando de cómo podríamos mejorar algunas cosas y se nos ocurrió que él podría darme pie para que no me pasara lo que me pasó al principio, pero bueno, ya iremos viendo, pero lo que es seguro es que yo quiero repetir.

Pues esta es la historia de cómo mis anécdotas van ganando terreno a nivel nacional, a ver dónde acaban.

Por cierto, aquí os dejo un enlace al blog del sitio en cuestión donde podéis ver un pequeño resumen de cada actuación con una foto y en algunas ocasiones, también con vídeos:

http://microabiertosalamanca.blogspot.com/2010/10/resumen-de-mas-lunes-18-de-octubre-2010.html

Introducción al diario charro

Después de mucho reflexionar, el curso pasado decidí que este lo pasaría de Séneca. Pedí la beca y me dieron pude entrar en el programa Sicue pero al final no me dieron la Séneca, de modo que estoy aquí en Salamanca, pero sin dinero.

Una de las razones por las que decidí cambiar de aires fue el romper con todos los compromisos que había ido adquiriendo estos años en Sevilla y poder empezar otros nuevos o renovar los anteriores cuando volviera, con nuevas cláusulas y nuevos objetivos. Esto ha hecho que de momento no tenga más tiempo libre que ocupado (cosa que hacía muchos años que no ocurría) y que, por tanto, pueda dedicarme un poco más a otras cosas que me interesan pero que tengo aparcadas, como es el caso del blog.

Pero bueno, no me enrollo más, todo esto era para decir que tengo intención de ir publicando poco a poco las cosillas que me van pasando por aquí, para que la gente a la que le interese pueda seguirme la pista y saber un poquillo de mí aunque esté algo lejos de ellos.

Ya os iré informando con el tiempo.

Mis primeras semanas por la zona

¡Buenas a todos!

Ya llevo unas 3 semanas en Salamanca (cómo pasa el tiempo por aquí) y creo que ya era hora de dar señales de vida, así que os mando un resumen de lo cómo me ha ido hasta ahora.

La verdad es que estoy muy contento, el piso está muy bien, un poco lejos pero guay (además me he traído la bici, así que las distancias se acortan), los compañeros de piso son la polla, un uruguayo loco pero que es un crá y una alemana que es un poco rara en su especie: castaña, ojos marrones y simpatiquísima (de verdad, no es ironía)

Curiosidades: de los cuatro soy el más bajito (cabría esperar) el más mayor y... ¡el único diestro!
También incluiré como curiosidad que el día que llegamos pude ver realizado uno de mis mini sueños: había un quinto ocupante en el piso, se llamaba María, medía un metro más o menos y estaba hermosamente plantada en el balcón del piso. Yo no fumo ni nada, pero siempre me ha gustado la planta en sí y siempre me había hecho ilusión tener una. Al parecer era del inquilino anterior, que se la había colado a la casera y aunque ella le decía (muy educadamente porque la casera es un encanto) que no la quería ahí y que los vecinos se habían quejado, el nota pasaba de ir a por ella. Una pena que hace un par de días un vecino me dijera desde el balcón que iba a llamar a la policía y se la tuvimos que dar a una amiga del uruguayo.

Respecto a la gente bien, es un poco siesa, al principio todo el mundo es muy educado y hay aceptamiento pleno, pero luego, a la hora de un contacto más personal las cosas cuestan un poco más. Puedes salir con ellos una noche y que sea guay y al día siguiente es casi como si no te hubieran visto. Son cordiales y muy amables, pero de momento poco más, pero vamos, confío en que será cuestión de tiempo.

Las clases no parecen especialmente difíciles, aunque tampoco tan fáciles como me podría esperar. También es verdad que estamos empezando por cosas que no he visto en mi vida o que no las he estudiado. Por ejemplo, en óptica se apoyan mucho en una asignatura de segundo de Ondas que no existe en Sevilla, de modo que me tengo que poner un poco las pilas, pero bueno, nada que no se consiga trabajando un poquillo.


Respecto a la facultad en sí, pues es muy chula, es parecida al Rectorado y tiene un péndulo de Foucault en el centro (es un péndulo normal pero más largo. Para más información http://es.wikipedia.org/wiki/P%C3%A9ndulo_de_Foucault) 

Como sabéis no me dieron la Séneca (la pasta vaya) y aunque estoy totalmente financiado por Mum S.A. y me ha prohibido trabajar a media jornada tengo en mente dar clases particulares (mi eterno trabajo). Ya tengo 40 carteles impresos y ahora me tengo que poner a colgarlos por las cabinas de Salamanca, que literalmente solo sirven de "panel de anuncios" ya que los teléfonos en sí están arrancados. En pocas horas mi número estará casi 800 veces por la ciudad, a ver qué tal.


Bueno, pues creo que esto es un buen resumen de todo. Ya me han pasado cosas rarillas (me he quedado encerrado en la sala de ordenadores de la facultad, por ejemplo), pero esas ya os las iré contando más adelante. 

Hasta la próxima.